La inmensa mayoría de los productos cosméticos tienen entre sus indicaciones la afirmación “dermatológicamente testado” como reclamo, pero ¿qué queremos decir con dermatológicamente testado?
Esta afirmación significa que el producto ha sido probado en un laboratorio para que no provoque alergias, aunque esto no siempre es real.
Las pruebas en laboratorio van enfocadas, básicamente, a que los
productos no irriten o no provoquen reacciones. Esto funciona
habitualmente en pieles normales, pero hay que tener algo muy
claro: si una persona es alérgica a algún componente de la fórmula del
cosmético, tendrá una reacción negativa, por muy “dermatológicamente
testado” que esté.
Así pues, esta afirmación no es una garantía de que no existan reacciones,
y ésta es la parte que no cuentan los laboratorios.
Una buena opción sería probar la crema en una de las zonas más sensibles
del cuerpo, la parte interior de la muñeca. Esta zona está recubierta
de una piel extremadamente fina y muy sensible a cualquier reacción
negativa.
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